Camila O´Gorman

Enamorada del sacerdote de su parroquia huye con él para refugiarse en la provincia de Corrientes. Perseguidos, denunciados y capturados por las tropas rosistas, durante las últimas etapas del embarazo, se lleva a cabo su ejecución pública. Tenía 20 años.
Cuartel de Santos Lugares-Buenos Aires/Argentina (1848)


Al alba,
los fusiles de la sombra habrán de ejecutar otra sentencia.
Al alba.
Mientras duermen los escrúpulos.
Mientras duerme el recato,
arrebujado entre los pliegues densos del olvido
llevarán mi insolencia hacia la muerte,
mi injuria hacia la muerte,
mi osadía,
hacia la desmesura de la muerte donde su infierno aguarda los pecados
con las fauces abiertas al martirio.
Culpable de rendirme a las miradas,
al pulso de la sangre,
a los silencios,
al roce de la piel y los susurros
en el tiempo en que abrían los jazmines los cómplices umbrales del instinto.
Al alba,
un horizonte de fusiles consumará el ritual de la vergüenza.
Un desnudo horizonte de fusiles habrá de acribillar la indisciplina,
la falta de atrición,
el desafío
de no admitir defensa que argumente
secuestros,
cautiverios,
violaciones,
insistiendo en la firme impertinencia de asumir el reclamo de la carne
sin expresar temor por el castigo,
de ignorar las virtudes circundantes,
la integridad,
los votos,
la prudencia,
los convencionalismos desatados detrás de la pollera de una dama que transgredió la ley,
a su capricho.
Al alba,
con las cruces y los panes respaldando el rigor del escarmiento,
cuando sojuzgue al mundo la intemperie y se ejecuten las desobediencias,
cuando se aten los reos al banquillo
y les venden los ojos
y los alcen sobre las resistentes parihuelas
y los escolten con tambores secos hasta los paredones de la infamia
y dispongan de dios como testigo,
los verdugos verán que existe un niño en el octavo mes de la ternura
al que hay que ajusticiar con disimulo,
previo bautismo en boca,
previo nombre,
previo los protocolos del sigilo.
Yo soy Camila O´Gorman.
Esta es mi muerte.
Ejemplo para todas las mujeres que acaso consideren un derecho
quebrantar las barreras represoras
y plantearse el amor
como destino.
Una amonestación
a sangre y fuego
desgarrando los pechos,
desgarrando el pobre corazón amotinado,
desgarrando las cuerdas del espanto.
Yo soy Camila O´Gorman.
Este es mi grito.

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